Las calles de Buenos Aires te seducirán por pequeños callejones, te harán subirte al autobús turístico de la ciudad, contemplar la arquitectura icónica, burlarte de pasta en los tradicionales cafés antiguos o saborear una masa sustancial y sanguinolenta de carne en una parrilla. ֲ Un derroche de sonidos, olores y vistas, Buenos Aires es un patio de recreo no solo para los turistas, sino también para los lugareños.
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Las huelgas de transporte dejan las calles de la ciudad sin gente, tiendas cerradas y solo algunos cafés abiertos para satisfacer cualquier punzada de hambre. ֲ Se convierten en una escena de un set de película donde los zombis han invadido. ֲ Es algo común en festivales de comida, mercados coloridos y manifestaciones públicas para cerrar las calles de la ciudad con mucha policía ֳ¬ a dando vueltas para mantener la escena ordenada. ֲ Los domingos se convierten en un día de parques verdes abarrotados con los “porte ֳ ± os” (“gente del puerto”, también conocida como los lugareños) compartiendo una carcajada, así como sus tazas de “mate”, cotilleando como viejas y viendo pasar el desfile de turistas.
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Foto de ֲ Rafael Le ֳ £ o ֲ en ֲ Unsplash
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El aroma distintivo de las nueces tostadas “garrapi ֳ ± ada” asaltará tus fosas nasales en varios rincones donde viejos escarpados cocinan sus cacahuetes o almendras recubiertas de esencia de vainilla, y luego el azúcar se coloca sobre las brasas. oportunidad que puede obtener, o anhelará un “pancho” (también conocido como hot dog) bañado en una mezcla de mayonesa, mostaza y ketchup. ֲ Los especiales de desayuno ofrecen café y medialunas, la versión argentina de un croissant, por una cantidad minúscula de pesos y están enyesados sobre ֲ pizarrones en cada acera. ֲ Pedir su café se convierte en un talento para conseguirlo como a usted le gusta. Tendrá una canasta de pan colocada en la mesa de su restaurante, lo quiera o no junto con delicioso vino Malbec.
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Bandas improvisadas interpretan música en las intersecciones y en las plazas, mientras que los bailarines de tango ocupan un lugar central en toda la ciudad con la esperanza de que una señal de reconocimiento de sus habilidades se ponga en el sombrero de copa que se entrega al final de una actuación. los tejados de muchos edificios antiguos, mientras que los autobuses rústicos recorren calles adoquinadas en barrios con paredes de edificios llenas de grafitis.
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Los antiguos buzones públicos rojos salpican las esquinas y el icónico “El Puente de La Mujer”, el puente con la “pierna” en el aire como una bailarina de tango, lo atraerá a la variedad de restaurantes frente al mar a lo largo del río. de la Plata. La influencia francesa en la ciudad se puede ver en numerosos edificios, y el cementerio es el lugar para pasar el rato y aprender sobre la historia de esta fantástica ciudad.
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[Imagen de portada: unsplash]
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